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Foto del escritorMauro G. Pérez Gaido

Aprendiendo a concentrarse

La concentración (a veces llamada control atencional) es una habilidad psicológica que es necesaria en todo momento deportivo, sea para recabar la mejor información posible de lo que está sucediendo, para acompañar una ejecución óptima o para descansar y permitir el surgimiento de resoluciones creativas. Porque también es importante que por momentos el deportista no focalice su atención en nada en particular para recuperar sus energías y pensar -lateralmente- diferentes maneras de, por ejemplo, atacar un oponente. De esta manera, conocer un poco más qué significa concentrarse y aprender a dominar esta habilidad, potenciarán el rendimiento del deportista al brindarle una nueva perspectiva sobre su propio funcionamiento mental, sus límites y sus capacidades atencionales.

Primero, dejemos en claro algunos puntos básicos para luego conocer formas de mejorar la concentración. Los estímulos a los que podemos atender pueden ser internos o externos y reducidos o amplios (ver figura). La definición de concentración refiere a la habilidad de ejercer un esfuerzo mental deliberado en lo que es más importante en una situación (movimiento de la pelota, repaso mental de un saque antes del mismo, posiciones de oponentes). También hay que tener en cuenta que la concentración refiere a la capacidad de seleccionar estímulos de entre muchos, prestándoles atención solo a esos e ignorando otros (atender a donde estén mis compañeros olvidándome de lo que esté sucediendo fuera del terreno de juego). Por último, hay que aclarar que la concentración implica sostener este esfuerzo mental en el tiempo y ser capaz de cambiar el foco atencional a elementos más importantes cuando sea necesario.


Principios para la concentración efectiva

  1. Decidirse: en primera instancia hay que tomar la decisión consciente de concentrarse. También recordar que uno debe dejarse momentos para relajarse (sí, ¡durante la competición también!).

  2. Un pensamiento a la vez: realmente todos podemos concentrarnos en solo un pensamiento a la vez, por lo que se deben elegir muy bien, siendo los mismos bien cortos y representativos.

  3. Enfocarse haciendo eso que estoy pensando: el mejor rendimiento sucede cuando el pensar y el hacer son indistinguibles. Esto se logra al elegir tareas que sean específicas, relevantes y que están bajo nuestro control.

  4. Refocalizar, refocalizar y refocalizar: perder la concentración es normal, recuperarla constantemente no. Aprende a hacerlo y disfruta de la mejora en tu juego.

  5. Si aparece ansiedad, mirar “fuera de uno”: es normal que con la ansiedad que puede surgir en competición comencemos a dudar de nosotros mismos o ser demasiado auto-críticos. Si sucede esto, concentrarse en elementos externos a uno mismo.

La clave de la concentración se encuentra en conocer y entrenar la identificación de los estímulos más relevantes para la actuación o la ejecución de una habilidad deportiva. De esta manera, el deportista siempre estará en busca de estos y responderá rápidamente cuando aparezcan.

Ejemplos de estímulos relevantes

  • Determinada configuración posicional del equipo atacante que gatilla la presión por parte del equipo defensor.

  • La trayectoria de la pelota que le permite a la jugadora saber que es el momento de utilizar un golpe con efecto.

  • Ciertas recepciones por parte de compañeros designados que gatillan movimientos hacia la canasta.


Técnicas para mejorar la concentración

  • Palabras clave: utilizar palabras clave que funcionen como auto-instrucciones durante la ejecución.

  • Visualización

  • Utilizar objetivos bien específicos que permitan saber lo que se necesita para lograr un buen rendimiento.

  • Automatización de habilidades técnicas: conseguir un alto nivel de maestría en las habilidades técnicas permitirá al deportista tener más “reserva mental” mientras las ejecuta, para poder prestar atención a otros aspectos importantes del juego que mejorarán su toma de decisión. Estos aspectos pueden ser movimientos tácticos propios o del rival, cambios rápidos en trayectorias producto de las condiciones del campo (un mal pique), entre otros.


Espero que les sirva. Si tienen alguna pregunta contáctense por correo o mensaje privado.

¡Nos vemos la próxima!

Mauro G. Pérez Gaido

Mg. Psicología del Deporte y de la Actividad Física

 

Referencias

Kremer, J., y Moran, A. (2008). Pure Sport: Practical sport psychology. London: Routledge.

Vives Ribó, J. (2008). El método de las palabras clave para concentrar y reconcentrar. XI Congreso Nacional, XI Congreso Andaluz y III Iberoamericano de Psicologia de la Actividad Física y el Deporte. Sevilla, España.

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